En La Eterna, el reloj deja de mandar. Abrimos las puertas de nuestra casa, una casona del siglo XIX rodeada de naturaleza viva. Aquí el descanso no se programa, se elige.
Si buscás una escapada distinta, este es tu lugar: Un refugio donde el lujo es simple y la libertad, inmensa.
Podés empezar el día con un desayuno lento, dejarte abrazar por el sol en la piscina o perderte en la lectura bajo una galería antigua. Nada se impone. Todo se elige.
Rituales de Calma: Yoga al amanecer o masajes con aceites naturales.

Nueve habitaciones donde el cuerpo descansa y el alma se aquieta. Luz suave, mobiliario de época, tejidos naturales y silencio que invita a quedarse. Cada espacio conserva la esencia colonial con detalles pensados para el confort contemporáneo.
Cada plato se prepara con alma y con tiempo. Nuestra cocina combina lo casero y lo refinado: productos locales, manos de chef y el ritmo natural del fuego lento. Podés disfrutar de un picnic entre los árboles, una cena bajo las estrellas o una sobremesa que se estira.

La Eterna nació del deseo de abrir nuestra casa a quienes buscan algo más que descanso: buscan libertad. La estancia del siglo XIX sigue perteneciendo a nuestra familia, la misma que desde hace generaciones se dedica con pasión al caballo peruano de paso.

Para reservas o consultas, complete el formulario. Te responderemos personalmente para ayudarte a planificar tu estadía en La Eterna, tu refugio sin reloj.
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TRASLASIERRA, CÓRDOBA
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